Antes de cumplir tres meses viviendo en los apartamentos construidos por el Gobierno en esta ciudad para alojar a parte de los damnificados de la tormenta Olga, algunos ya vendieron los inmuebles adjudicados y volvieron a las áreas de alto riesgo.
Julián Turbí Alcántara, presidente de la Junta de Vecinos que funcionó en uno de los sectores de Rafey y quien es de los 512 afectados por la riada del Yaque del Norte la madrugada del 12 de diciembre, dijo que por lo menos 10 beneficiarios ya vendieron los apartamentos y regresaron a vivir en las riberas del río.
Deploró que estos hayan actuado de esa manera “cuando más de 100 familias se quedaron sin techo, porque no se construyeron los suficientes”.
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