
Se trata de una medida que durante este año se ha aplicado de forma experimental en el Governatorato (el gobierno que gestiona Ciudad del Vaticano), y que a partir de 2009 pasará a utilizarse en todas las sedes del Estado.
Con la misma tarjeta con la que los trabajadores deberán fichar para dejar constancia de su jornada laboral se podrá, además, acceder a los servicios de asistencia sanitaria, a los cajeros automáticos del Banco Vaticano, al mercado, a los comedores y a los distribuidores de gasolina del pequeño Estado.
La obligación de fichar ha suscitado el descontento, sobre todo entre los eclesiásticos, ya que algunos temen que exista un control demasiado rígido y no se tenga en cuenta su actividad pastoral fuera del Vaticano.
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.