En la última serie de ataques descarados relacionados con drogas, sicarios emboscaron a un convoy de las autoridades que transportaba a un alto miembro del narcotráfico y mataron a ocho agentes en el intento por liberarlo, dijo la policía. Al menos 20 atacantes abrieron fuego el sábado contra una columna de vehículos que viajaba del aeropuerto a una prisión en el estado costero de Nayarit, agregó la policía. Mientras sus compañeros caían muertos, parte del convoy se detuvo y los agentes comenzaron a responder el fuego, indicó el general Rodolfo Cruz, jefe de operaciones de apoyo para la Policía Federal.
“El resto del convoy se detuvo y abre fuego contra los elementos que nos atacaron, quienes imediatemente al sentir que les repelaban el ataque, huyeron en todas direcciones”, dijo Cruz. “La policía federal ... expuso lo más sagrado que el ser humano tiene: su vida, en el cumplimento de su deber. Frustramos el ataque”.
La policía dijo que fue un ataque bien planeado para liberar a Jeronimo Gámez, primo de Arturo Beltrán Leyva, uno de los líderes más poderosos del narcotráfico. Lo acusan de actuar como representante de Beltrán Leyva para negociar tratos con los traficantes colombianos. Gámez fue arrestado en enero en la Ciudad de México y estaba siendo trasladado a una prisión en la capital de Nayarit, Tepic. La policía agregó que los agentes caídos cumplieron su trabajo con “la preparación, el profesionalismo impresionante de la policía federal”. El ataque ocurrió tres días después de un ataque a una patrulla del Ejército en el estado de Guerrero, donde 15 atacantes y un soldado resultaron muertos.
POR MARK STEVENSON
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