La salida de Alberto Castillo del equipo de las Águilas Cibaeñas cierra el último ciclo de un receptor nativo dominante en la pelota criolla y marca ahora un compás de espera, por varios prospectos de calibre escogidos en los dos últimos drafts de la Liga Dominicana de Béisbol. Castillo fue incluido en el grupo de 17 jugadores que las Aguilas Cibaeñas dejaron en libertad, quedando libres de firmar con cualquier otro conjunto de la Lidom.
Desde que Tony Peña debutó con las Aguilas en la década de los 80’, el equipo mamey ha tenido una seguidilla de nativos detrás del plato, incluyendo a Rubén Rodríguez, el sustituto del primer mes de la era de Peña, Guillermo García, la transición entre Peña y Castillo y el propio Alberto, que se puso la máscara por 11 campañas.
Las Aguilas tienen en el horno a Francisco Peña, el hijo de Tony, y al recién escogido como primer pick del equipo en el draft de novatos, Wilin Rosario, en quienes buscan el próximo gran receptor nativo de la franquicia, que se ha inclinado en los dos últimos sorteos por receptores, conscientes de la importancia de tener bien cubierta la posición.
Se creía que Alberto podría completar el ciclo de otros capitanes de las Águilas, iniciado por Julián Javier, que de ese rango saltó al de manager. Esa acción fue imitada por Winston Llenas, actual presidente del club, y luego por Tony Peña y finalmente Félix Fermín fue capitán y dirigió a las Águilas por 9 campañas.
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