
Wang Wenyou había logrado ahorrar 2.000 yuanes (unos 290 dólares ó 200 euros) en cuatro años, y a falta de bancos en la localidad decidió guardar el dinero en dos bolsas de plástico debajo de su cama, según contó el rotativo en inglés.
La pasada semana, cuando examinó el escondite con el fin de sacar todo el dinero y gastarlo en las tasas escolares de su nieto, descubrió las bolsas vacías y llenas de insectos que se habían comido todo lo ahorrado.
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