
Según medios locales, el hombre, de unos 60 años, fue acusado el pasado febrero después de que su víctima acudiera a la policía de Morwell, al sureste de Melbourne. El agresor negó haber abusado de su hija, pero las pruebas de ADN demostraron que era el padre de los niños, informa el 'Herald Sun'.
El padre amenazó a la chica —entonces una niña y ahora una mujer que ronda los 40 años— con hacerle daño a su madre o a sus otros hermanos si ella no cedía. La esposa, mientras tanto, asegura no haberse enterado del comportamiento de su marido, pese a que hasta 2005 vivía bajo el mismo techo con todos ellos.
Tanto la mujer como los tres hijos-nietos que aún viven permanecen en una vivienda bajo vigilancia de las autoridades, según una radio estatal.
En noviembre, el hombre tendrá que afrontar probablemente 13 cargos, incluidos cinco de incesto, cinco de violación, dos de abuso indecente de una niña de menos de 16 años y otro de abusos sexuales. Los delitos que se le atribuían eran inicialmente 83, pero la mayoría se retiraron más tarde, según un portavoz policial.
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