- BAYAHIBE.- Las autoridades recuperaron esta tarde a 12 millas aquí, en la costa Sureste de la isla la Saona, fragmentos de los cuerpos totalmente calcinados de los dos tripulantes de una avioneta accidentada hace varios días, aparato al parecer procedente de Sudamérica que vino a República Dominicana a traer narcóticos. Un equipo rescate, integrado por miembros de las Fuerzas Armadas y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), acompaño al fiscal de Higüey y al médico legista para levantar parte de los cadáveres que quedaron esparcidos en un radio de 400 metros de donde cayó la aeronave, dejando el terreno totalmente quemado.El doctor Héctor Alexander Pérez Leonardo, médico forense de Higüey, ordenó levantar las partes de los restos, después de que el equipo de rescata hiciera acopio de estos en la zona del accidente, autorizando de inmediato que fueran llevados hasta esta aldea turística en una pequeña lancha y de ahí a Higüey.
Varios oficiales superiores de las FFAA y la Policía, adscritos a la DNCD, acompañaron a los miembros del Ministerio Público y al legista, junto a los cuales levantaron las evidencias que permitirán concluir la investigación que se desarrolla desde el primer momento que se conoció la versión sobre el accidente.
“Estamos confirmando que el Sureste de la Saona, a más o menos 12 millas de este poblado, fueron encontrados los restos siniestrados de lo que al parecer eran los tripulantes de una aeronave que cayó en las costas la citada isla”, dijo el oficial de prensa de la DNCD, Roberto Lebrón.
Dijo que a escasa distancia de la playa, digamos que a cinco metros, fueron encontrados los restos totalmente carbonizados de una persona y a unos cien metros un brazo, pero no se sabe a cual de los dos tripulantes correspondía. Luego, a unos 400 metros fue hallado un segundo cuerpo, también prácticamente destruido.
Cerca de esos últimos restos, personal encontró una billetera con varios documentos a nombre del nombrado Jaime Alfonso Alvarado Paniagua, de nacionalidad colombiana, dato que deja claro que el aparato procedía de Sudamérica, de acuerdo a las explicaciones ofrecidas anoche por Lebrón, portavoz del mayor general Rolando Rosado Mateo.
Indicó que los restos fueron traídos aquí en una pequeña lancha, donde fueron recibidos por una ambulancia y trasladados al Hospital Nuestra Señora de La Altagracia, en Higüey. Luego fueron llevado al Instituto de Patología Forense, en Santo Domingo, para ser sometidos al análisis correspondiente.
Lebrón no quiso entrar en detalles sobre las versiones de que el aparato habría sido derribado, alegando que “todo eso es conjetura, toda vez que se sabe que la DNCD está en la obligación de actuar con estricto apego a las normas internacionales que regulan la aviación civil, básicamente el convenio de Chicago del cual nuestro país el signatario”.
“Lo único que puedo confirmar, como ya se había dicho, es que se produjo un accidente lamentable en el que al parecer dos personas perdieron sus vidas. Sobre este caso hay una investigación abierta y el resultado e la misma se conocerá en el momento oportuno”, agregó el portavoz del jefe de la DNCD.
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