NUEVA YORK. El padre del dominicano naturalizado estadounidense Carlos Eduardo Almonte, de 24 anos, dijo que la familia está destrozada y no ha dormido mucho en los últimos dos días, desde que su vástago fue arrestado por miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI).Pedro Almonte se refirió brevemente al caso de su hijo Carlos, quien esta acusado junto al también nacionalizado norteamericano Mohamed Mahmud Alessa, de 20 años, de conspirar para matar, mutilar y secuestrar a personas fuera de los Estados Unidos, uniéndose a una organización terrorista extranjera designada Al Shabaab.
Evidentemente preocupado por la situación porque atraviesa, Almonte ofreció declaraciones a reporteros cuando se dirigía a la corte federal de Newark, donde su hijo sería instruido de cargos junto a Alessa. Ambos enfrentarían sentencia a cadena perpetua, de ser hallados culpables.
La información sobre el arresto y encauzamiento en la justicia federal de Almonte, de Elmwood Park, y Alessa, de North Bergen en el estado de Nueva Jersey, lo hicieron el pasado sábado el abogado Paúl J. Fishman, de la Oficina del FBI en Newark, a cargo de Michael B. Ward; el comisionado de la Policía de Nueva York (NYPD), Raymond Kelly; y el director de la Oficina de Preparación y Seguridad Nacional (NCHS, en inglés), Charles B. Mckenna.
Los acusados fueron detenidos en el aeropuerto internacional Jhon F. Kennedy en Nueva York el sábado, donde tenían la intención de tomar los vuelos por separado hacia Egipto en su camino a Somalia donde se unirían a dicha organización terrorista y emprender acciones violentas. El arresto se produjo mediante un equipo de aplicación de la ley y de órdenes de detención dictadas por el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Newark, Nueva Jersey.
“Me alegro de que nunca fuiste en ese avión”, dijo Almonte al tiempo de indicar que conocía muy pocos detalles sobre la investigación del FBI sobre presuntos planes de su hijo para viajar a Egipto y, finalmente, Somalia, donde se creía que era la vinculación con Al Shabaab.
Añadió que su familia se sorprendió mucho cuando recibió la noticia de que su hijo estuvo involucrado en la actividad que le atribuyen las autoridades.
“Pensamos que era un niño normal. No era una persona religiosa. No sabíamos nada de eso”, puntualizó Almonte, quien en referencia al fundamentalismo islámico manifestó que “no puedo soportar que la religión, todo el mundo lo sabe”.
Al momento de procesarse esta esta no se había producido una decisión de la corte federal.
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