
Según relató el sacerdote, acudió al aeropuerto Barajas para despedir a unos amigos y comprobó como, “entre el caos y la desolación” que reinaba entre los pasajeros, había una joven pareja que lloraba sin consuelo en una esquina.
“No habían podido contraer matrimonio al no haber salido su vuelo”, manifestó el cura, por lo que les comunicó que él no les podía casar, pero sí “bendecirlos y consolarles”.
“Se fundieron en un gran beso y comimos un poco de turrón para celebrar la unión”, señaló el Padre Ángel, reconfortado al explicar que, “por lo menos, se habían quedado más tranquilos”.
El sacerdote detalló que la pareja estaba formada por una dominicana y un español, que no pudieron volar a República Dominicana por el enorme caos provocado en los aeropuertos de España por el plante de los controladores aéreos.
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