Escrito por: RICK MORRISSEY
(Sun Times)
CHICAGO (Sun Times).- Sammy Sosa será elegible para el Salón de la Fama del Béisbol comenzando en 2013.Eso no significa nada. Es como John Mayer esperanzado en llegar al Salón de la Fama del Celibato.
Ustedes puede que hayan visto la historia de USA Today que el Sun Times tomó el viernes acerca de los chances de Sosa, Barry Bonds, Roger Clemens y otros villanos de la Era Esteroide de llegar al Salón.
¿Cómo es que esto es siquiera una discusión? A menos que el gobierno federal, con la bendición de la Asociación Médica Americana, decida que las drogas para aumentar el rendimiento son una buena cosa, Sosa y sus una vez felices amigos nunca verán el Salón por dentro sin comprar boletos.
¿Cómo es eso? ¿Le gustaría ver sólida evidencia del pasado uso de drogas por parte de Sosa? Bueno, ahí está el reporte del New York Times de que Sosa dio positivo en 2003 de PED (Performance Enhancing Drugs). Y usted podría recordar la manera en que él convenientemente olvidó cómo hablar inglés durante una audiencia congresual en 2005 acerca de esteroides en las Ligas Mayores de Béisbol. A través de un intérprete, él dijo que nunca había usado “drogas ilegales para el aumento de rendimiento”.
Nada de eso sería suficiente para condenar a un hombre en la corte, desde luego, pero esto no es una corte. Es un grupo de votantes que no necesita tener una razonable duda para decidir si alguien fue o no sucio mientras ponía números grandes en el terreno.
Ahí no se necesita ser una evidencia abrumadora.
Ser un votante para el Salón de la Fama permite a usted ser juez y jurado, de la misma forma que ser un votante cívico le permite a usted ser juez y jurado. Si un político va a una reelección, a usted se le permite votar sobre lo que usted considera sus sombras, aún si no ha sido condenado, inculpado o acusado de nada.
Voto de conciencia –y ojos
¿Una injusticia, dicen ustedes? Una injusticia sería su Sosa fuera dejado fuera de la boleta de 2013. Pero él va a estar en la boleta. Después de eso, dependerá de la conciencia de cada votante individual de la Asociación Americana de Escritores de Béisbol.
Mi conciencia no puede pasar el hecho de que Sosa fue de 36 jonrones en una temporada a 66 en la siguiente. Mi conciencia me dice que el aumento fue combustible inyectado. Mi conciencia está de acuerdo con lo que mis ojos vieron –que el cuerpo de Sosa cambió dramáticamente durante los años de 1990.
Mi conciencia me lleva a creer que Bonds fue un tonto tramposo, como lo fue Clemens.
Yo no estoy sólo. Es justo decir que la mayoría de la gente cree que Sosa no pegó todos esos jonrones bajo su propio poder. Lo mismo que Bonds. La evidencia contra Clemens parece ser abrumadora. Es difícil imaginarse un escenario en el cual alguno de ellos alguna vez pronunciará un discurso de exaltación en Cooperstown, N.Y.
l Por qué señalar a alguien solo? Las trampas siempre han existido en el béisbol.
No son buenos argumentos para la lenidad.
Vamos con ellos uno por uno.
l Los esterorides te hacen más fuertes y, así, batear y tirar la pelota más duro. Ellos te ayudan a recuperarte más rápidamente de los ejercicios intensos. Ellos te ayudan a atravesar los largos rigores de una temporada de béisbol. Es una ventaja competitiva ser capaz de caminar a la loma cada quinto día sintiéndote fresco.
Es inmaterial que los esteroides no eran una sustancia prohibida cuando Sosa y los otros estaban jugando.
Los esteroides anabólicos no recetados han sido ilegales en este paid por un largo tiempo. La ley federal anula lo que sea que las reglas de LMB tuvieran o no tuvieran en sus libros.
Como dijo su mamá, sólo porque todo el mundo lo está haciendo no significa que algo sea correcto. Es injusto para los jugadores que estuvieron limpios en esa era castigarlos con los usuarios, pero es inevitable. Culpen por ello a los tramposos.
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