El Gobierno haitiano prohibió, hasta nueva orden, la importación, distribución y venta de salami, salchichas y mortadela de República Dominicana, después que Proconsumidor presentara un estudio que arrojó falta de nutrientes y de controles sanitarios en uno de esos productos.
La información se dio a conocer el pasado jueves, al término de una reunión de emergencia entre la comisión de salud de la Cámara de Diputados, que preside Sinal Bertrand, y los ministros de Salud, Comercio y Agricultura del vecino país, según publica en su portal la emisora haitiana Radio Kiskeya.
Bertrand, quien además es médico, propuso a la población haitiana evitar el consumo de los productos dominicanos hasta que la situación sea aclarada, según el referido medio de comunicación.
Según Proconsumidor, en un estudio realizado en enero de este año a 284 muestras de salami aparecieron bajos niveles nutricionales, heces fecales en un 15%, y altas concentraciones de nitrito de sodio, por encima de los límites establecidos, en un 51%.
El primero que dio la voz de alarma en Haití fue el diputado Fritz Chéry, quien recomendó que se tomaran medidas drásticas, debido a que el salami dominicano es un producto de gran consumo en su país.
Consulta a consumidores. Radio Kiskeya realizó varias entrevistas en los mercados de Puerto Príncipe, y las respuestas variaron entre quienes lo seguirían consumiendo porque entienden que no es peligroso, y los que lo retirarían de su dieta alimenticia.
Otras propuestas. El legislador haitiano propuso, en el contexto de la problemática, que se cree una comisión que evalúe los diferentes productos dominicanos que se venden en su país, entre ellos los alimenticios, farmaceúticos y materiales de construcción.
En RD buscan diálogo. El vicepresidente de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, propuso que si persiste la situación el país podría dejar de recibir más de US$30 millones, unos RD$1,200 millones y que la pérdida no solo sería económica, sino social, porque al bajar las ventas los fabricantes tendrían que despedir parte de sus empleados.
Planteó que con carácter de urgencia el Gobierno dominicano debe convocar a un diálogo bilateral para que las autoridades hatianas comprueben la inocuidad y calidad de los embustidos criollos.
Refirió que en 20 años la industria cárnica, que emplea a más de 20 mil personas, ha hecho inversiones millonarias en la adquisición de tecnología de punta y modernos equipos.
“La JAD tiene varios años trabajando con los principales embutidores en análisis microbiológicos y químicos y nunca se han detectado materias extrañas.
Reconoció que en el estudio “se mezcló a mansos y cimarrones”, porque en los últimos tiempos han surgido fábricas clandestinas.
Campaña urgente. Benítez propone iniciar una campaña publicitaria en Haití para defender la calidad de los embutidos criollos.
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