Lo dice Juan Pou hijo, militar en la Era Trujillo y testigo del fusilamiento
Los restos del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó no podrán ser ubicados en el Panteón Nacional, como propone un proyecto aprobado por el Senado,debido a que "esos restos no existen, ya que el cuerpo de Caamaño fue cremado y sus cenizas esparcidas en la loma de Nizaíto", afirmó el general retirado de la Fuerza Aérea, Juan Pou hijo.
Subrayó que restos del líder de la Revolución de Abril de 1965 no se encuentran en el Cementerio Nacional porque no existían.
"Yo lo afirmo porque estaba presente y vi cuando quemaron el cuerpo del coronel Caamaño en la loma Nizaíto", expresó.
Explicó que la orden de fusilar a Caamaño fue dada por el entonces secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Ramón Emilio Jiménez (Milo), ministro de las Fuerzas Armadas, y que le propuso que no lo fusilaran.
"Debemos pasarlo por un Consejo de Guerra, porque una orden de fusilamiento era una injusticia", le dije .
Pou, quien fue jefe de la Policía durante la Era de Trujillo, reveló que en la oportunidad el contralmirante Ramón Emilio Jiménez, le contestó, "no se meta en eso".
Añadió que el general Juan René Bauchamps Javier, quien estaba presente, le ordenó reportarse a la fortaleza: "Usted está arrestado", le manifestó.
"Pero no me fui porque cuando iba a montarme en el helicóptero me preguntó el general Enrique Pérez y Pérez qué para dónde iba, y le respondí que me mandaban preso. Entonces, me dijo: "quédese", indicó Pou .
Agregó que"por eso le digo que yo estaba ahí, y vi cuando pusieron los cuerpos de Caamaño y otros dos guerrileros en una parigüela, una especie de litera larga construida con palos" .
Relató que la litera fue colocada encima de un hoyo grande, "le pusieron madera encima de encima de los cadáveres, y le pegaron fuego".
"De Caamaño no hay restos del cadáver, porque lo incineraron; se lo digo yo, que estuve allí y no tengo porqué hablar mentiras", insistió Pou.
Mientras, Claudio Camaño Grullón, primo hermano del comandante de la revuelta de 1965 y participante en la expedición de 1973, reiteró que todos los cadáveres de los guerrilleros fueron recuperados, menos el Ramón Holguín Marte, desaparecido por los militares después de que Hamlet Herman los llevara a una cueva donde había sido dejado por sus compañeros.
No obstante, reconoció que el cuerpo de Caamaño fue quemado, pero no cien por ciento. Añadió que quedaron muchos huesos, varios de la cabeza hallados en un rincón de la tumba donde sepultaron a Eberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas.
Señaló que los restos fueron exhumados en la loma Nizaíto e identificados por antropólogos y médicos forenses .
"Tenían evidencias de que fueron quemados, pero no se consumieron del todo; quedaban pocos huesos de la cabeza y de otros solo se recuperaron pedacitos", expresó.
"Los cadáveres de Lalane José y Pérez Vargas no tenían rastros de fuego, estaban completos, pero no el de Caamaño. Eso puede explicar las afirmaciones del general retirado Pou que señala que fueron incinerados, al ser ordenado por Milo Jiménez, pero no llegaron a ser todo cenizas", puntualizó.
Los jefes militares ordenaron a un cabo y a seis agentes que quemaran el cadáver de Caamaño hasta que se consumiera y que a Lalane y a Pérez los enterraran, dijo Claudio.
"Ellos cavaron las fosas y pusieron madera y maleza sobre el cuerpo de Caamaño, pero estaba lloviendo mucho; esa zona es muy fría y húmeda en invierno; la leña y la maleza no pudieron arder, como se deseaba", expresó.
Agregó que el propio cabo, siendo capitán, lo condujo a las fosas. "Cuando vimos que el cadáver de Caamaño no se quemaba por la humedad fuimos ante el general Milo Jiménez y le pedimos gasolina o gasoil para echarle a los cuerpos", subrayó el ex militar, quien contribuyó a localizar los restos siete años después .
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| Francisco Alberto Caamaño. |
Los restos del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó no podrán ser ubicados en el Panteón Nacional, como propone un proyecto aprobado por el Senado,debido a que "esos restos no existen, ya que el cuerpo de Caamaño fue cremado y sus cenizas esparcidas en la loma de Nizaíto", afirmó el general retirado de la Fuerza Aérea, Juan Pou hijo.
Subrayó que restos del líder de la Revolución de Abril de 1965 no se encuentran en el Cementerio Nacional porque no existían.
"Yo lo afirmo porque estaba presente y vi cuando quemaron el cuerpo del coronel Caamaño en la loma Nizaíto", expresó.
Explicó que la orden de fusilar a Caamaño fue dada por el entonces secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Ramón Emilio Jiménez (Milo), ministro de las Fuerzas Armadas, y que le propuso que no lo fusilaran.
"Debemos pasarlo por un Consejo de Guerra, porque una orden de fusilamiento era una injusticia", le dije .
Pou, quien fue jefe de la Policía durante la Era de Trujillo, reveló que en la oportunidad el contralmirante Ramón Emilio Jiménez, le contestó, "no se meta en eso".
Añadió que el general Juan René Bauchamps Javier, quien estaba presente, le ordenó reportarse a la fortaleza: "Usted está arrestado", le manifestó.
"Pero no me fui porque cuando iba a montarme en el helicóptero me preguntó el general Enrique Pérez y Pérez qué para dónde iba, y le respondí que me mandaban preso. Entonces, me dijo: "quédese", indicó Pou .
Agregó que"por eso le digo que yo estaba ahí, y vi cuando pusieron los cuerpos de Caamaño y otros dos guerrileros en una parigüela, una especie de litera larga construida con palos" .
Relató que la litera fue colocada encima de un hoyo grande, "le pusieron madera encima de encima de los cadáveres, y le pegaron fuego".
"De Caamaño no hay restos del cadáver, porque lo incineraron; se lo digo yo, que estuve allí y no tengo porqué hablar mentiras", insistió Pou.
Mientras, Claudio Camaño Grullón, primo hermano del comandante de la revuelta de 1965 y participante en la expedición de 1973, reiteró que todos los cadáveres de los guerrilleros fueron recuperados, menos el Ramón Holguín Marte, desaparecido por los militares después de que Hamlet Herman los llevara a una cueva donde había sido dejado por sus compañeros.
No obstante, reconoció que el cuerpo de Caamaño fue quemado, pero no cien por ciento. Añadió que quedaron muchos huesos, varios de la cabeza hallados en un rincón de la tumba donde sepultaron a Eberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas.
Señaló que los restos fueron exhumados en la loma Nizaíto e identificados por antropólogos y médicos forenses .
"Tenían evidencias de que fueron quemados, pero no se consumieron del todo; quedaban pocos huesos de la cabeza y de otros solo se recuperaron pedacitos", expresó.
"Los cadáveres de Lalane José y Pérez Vargas no tenían rastros de fuego, estaban completos, pero no el de Caamaño. Eso puede explicar las afirmaciones del general retirado Pou que señala que fueron incinerados, al ser ordenado por Milo Jiménez, pero no llegaron a ser todo cenizas", puntualizó.
Los jefes militares ordenaron a un cabo y a seis agentes que quemaran el cadáver de Caamaño hasta que se consumiera y que a Lalane y a Pérez los enterraran, dijo Claudio.
"Ellos cavaron las fosas y pusieron madera y maleza sobre el cuerpo de Caamaño, pero estaba lloviendo mucho; esa zona es muy fría y húmeda en invierno; la leña y la maleza no pudieron arder, como se deseaba", expresó.
Agregó que el propio cabo, siendo capitán, lo condujo a las fosas. "Cuando vimos que el cadáver de Caamaño no se quemaba por la humedad fuimos ante el general Milo Jiménez y le pedimos gasolina o gasoil para echarle a los cuerpos", subrayó el ex militar, quien contribuyó a localizar los restos siete años después .
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