Lo de esta pareja es una telenovela colombiana
La opinión pública dominicana es tan rápida, que a veces se hace difícil alcanzarla. Cuando no es Vakeró, es La Baby. Y lo más interesante: estos temas seducen más que los otros.
No van a salir de la palestra Bahía de las Águilas, ni Barrick Gold, ni Loma Miranda, y ni siquiera los decretos del 27, que provocan un morbo que nunca cesa.
Sin embargo, no rivalizarán ni superarán esta telenovela al estilo colombiano, en que además de amor, celo, agresión, incluye narcotráfico.
¿Cómo devolver la cabellera a Vakeró, después que una corte reivindicó el derecho a su imagen, o cómo considerar la situación de Martha, cuya imputación es más grave?
Las redes se están dando gusto como nunca, y dejan la ecología y agarran la farándula, incluso se convierten en tribunales y la pobre y sufrida Baby, ahora es la más fatale de las femmes.
Nadie se equivocó, todo el mundo tuvo razón, cuando supuso que el marido era la víctima y no la mujer, y se llega al extremo de considerar que su falta absuelve la pareja.
La fiscal, que nunca duer-me, y tiene su Twitter preparado, aclaró el punto: una cosa no va con la otra. Vakeró es Vakeró, y Martha, Martha.
No van a salir de la palestra Bahía de las Águilas, ni Barrick Gold, ni Loma Miranda, y ni siquiera los decretos del 27, que provocan un morbo que nunca cesa.
Sin embargo, no rivalizarán ni superarán esta telenovela al estilo colombiano, en que además de amor, celo, agresión, incluye narcotráfico.
¿Cómo devolver la cabellera a Vakeró, después que una corte reivindicó el derecho a su imagen, o cómo considerar la situación de Martha, cuya imputación es más grave?
Las redes se están dando gusto como nunca, y dejan la ecología y agarran la farándula, incluso se convierten en tribunales y la pobre y sufrida Baby, ahora es la más fatale de las femmes.
Nadie se equivocó, todo el mundo tuvo razón, cuando supuso que el marido era la víctima y no la mujer, y se llega al extremo de considerar que su falta absuelve la pareja.
La fiscal, que nunca duer-me, y tiene su Twitter preparado, aclaró el punto: una cosa no va con la otra. Vakeró es Vakeró, y Martha, Martha.
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