“Me acuerdo de cuando llegué a la NBA en 1999, el juego era un poco más duro. Los padres son realmente protectores con sus chicos. Lloran a entrenadores, a los árbitros. Eso es falta, eso es falta, dicen”, alegó Metta World Peace, y recogió el diario Los Angeles Times.
Tanto en su versión como Ron Artest como después como World Peace, el alero de los Lakers ha sido uno de los jugadores más intentos y físicos de la NBA.
“Esto ya no es un juego de hombres. Es un juego de bebés. Hay debiluchos por todas partes. Todo el mundo lo es. Nadie ya es duro. Así que te haces a ello, te ajustas y eso es todo”, añadió World Peace.
No así Randle El jugador de los Lakers contó excepciones también, eso sí. Una de ellas, su nuevo compañero en Los Angeles: Julius Randle.
“Él es un hombre. Es Julius Randle”, precisó World Peace, que vuelve al Staples Center esta temporada para nutrir a los Lakers de poso defensivo y de lecciones –hasta cierto punto– para los jóvenes que se han juntado en el equipo de Byron Scott.
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