Comienza la licitación para el muro fronterizo de Trump

El gobierno de Peña Nieto insta a las empresas a hacer un ‘examen de conciencia’ antes de presentarse a licitar


Luis Videgaray
México ha instado a sus compañías nacionales a hacer un ‘examen de conciencia’ y negarse a presentarse a licitaciones para construir el muro de Donald Trump después de que EEUU les dio a los postores una semana y media para presentar solicitudes para construir una barrera con un lado estadounidense “estéticamente agradable”.

Alrededor de 700 compañías han manifestado interés por las licitaciones para una estructura de concreto reforzado u otras alternativas a un muro sólido utilizando otros materiales. La administración estadounidense reducirá el número de postores hasta quedar con una lista de 20 después de la fecha límite para la presentación de proyectos y prototipos el 29 de marzo.

Luis Videgaray, el secretario de relaciones exteriores de México, instó a las compañías mexicanas a pensarlo dos veces antes de licitar y a poner a su país en primer lugar. México ya ha descartado costear el muro, a pesar de las demandas del Sr. Trump.

“Es pertinente que quien vea en este hecho una oportunidad económica haga un examen de conciencia, porque aquí no estamos hablando de una oportunidad económica, sino de un acto profundamente inamistoso entre dos naciones y pensamos que ésta es una responsabilidad que nos incumbe a todos”, dijo el Sr. Videgaray.

Ecovelocity, una empresa de iluminación con sede en México, está entre las que tienen la intención de licitar, aunque reconoce que sus posibilidades son escasas debido a que el gobierno estadounidense les dará preferencia a las compañías domésticas. El Sr. Trump ha criticado ferozmente a México y China ya que considera que son fabricantes baratos que roban empleos estadounidenses, pero la pequeña compañía mexicana propone utilizar luces LED industriales importadas de China. Cementos de Chihuahua, otra compañía mexicana, ha dicho que podría ser proveedora.

Cemex, un importante grupo mexicano de materiales de construcción que obtiene el 20 por ciento de sus ventas en EEUU de contratos federales, provocó una tormenta recientemente cuando Rogelio Zambrano, su presidente, le dijo a un reportero que con gusto proporcionaría una estimación. La empresa se vio obligada a aclarar que no había expresado interés en la licitación. Cemex está considerando la iniciativa de infraestructura que planea el Sr. Trump.

Más allá de los llamados al patriotismo, el salario mínimo de US$10.20 por hora estipulado por el documento de licitación sonaría como una fortuna para los trabajadores en un país donde el salario mínimo diario es de 80.04 pesos, o US$4.19 al cambio actual.

Pero de acuerdo con la estrategia EEUU Primero del Sr. Trump, la licitación definía una preferencia por los materiales de construcción estadounidenses.

Haciéndose eco de la descripción que hizo el presidente sobre la aplicación de las leyes de inmigración como una “operación militar”, la licitación también pidió un diseño que “cumpliera la misión” y exigió “apliques y accesorios para muros... asegurados en el lado norte del muro para protegerlos de ataques externos”. También exhortó a los postores a describir su experiencia con “infraestructura táctica” en la frontera sur.

La licitación decía: “La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) busca contratistas altamente cualificados que propongan un muro fronterizo utilizando un enfoque innovador que cumpla o sobrepase los requisitos de funcionamiento de la CBP”.

La licitación dice que el muro debe ser de 30 pies de alto, aunque “alturas de al menos 18 pies pueden ser aceptables”, con los lados inclinados para disuadir a quienes intenten escalar, características antiescalamiento para evitar que los potenciales inmigrantes lo escalen con garfios, y diseñado en forma tal que resulte imposible cavar o hacer un túnel al menos seis pies por debajo.

El lado norte, que da hacia la parte estadounidense, debe también ser estéticamente agradable en su color y textura “que sea coherente con el entorno general”.

La frontera entre México y EEUU es de unos 3,200 km de largo y tiene una gran variedad de obstáculos ya existentes en aproximadamente un tercio de su longitud.

Resaltando la prisa del Sr. Trump por asegurar la frontera y la incertidumbre sobre cómo la financiará, la licitación pedía que las partes interesadas puntualizaran cómo iban a “lograr una programación agresiva” y reducir los costos.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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