¿Qué es un edificio verde? (que no te engañen)

“Proteger a la gente y a la ciudad es uno de los
retos más grandes de una construcción.”

Primero, refutemos dos mitos bien extendidos. No, un edificio no es “verde“ por tener una jardín vertical en sus paredes. Al contrario, el gasto de agua para mantenerlo sumado al gasto de energía que requiere la bomba que llevará el agua a cada escalón de plantas puede hacerlo... poco verde. Un edificio verde no tiene una imagen particular, simplemente es un tema de desempeño.

Y segundo, tampoco poner paneles solares en el techo para producir la energía que consume hace verde a una edificación. Entonces... ¿qué es un edificio verde? ¿Es más caro construir de manera sostenible? ¿“Paga“ ser verde?

Neiquel Antonio Filpo es arquitecto y responsable de que Ágora Mall sea un edificio verde desde que se concibió en planos hasta ahora, cinco años después de que este centro comercial consiguiera la certificación LEED (Leadership in Energy Environmental Design) en su nivel Plata, una de las más exigentes internacionalmente reconocidas. Una conversación con él ayudará a entender los conceptos.

—¿Qué hace que un edificio amerite ser catalogado como verde?

Los edificios verdes tienen dos grandes patas: la parte ambiental (de ahorro de agua, de energía, de manejo de los recursos que el edificio utiliza) y la que se ocupa del bienestar de la gente en su interior. Aquí se contemplan factores como el ambiente interno, la luz natural, el confort acústico...

Un edificio de alta eficiencia no puede ser sostenible si la gente que está dentro no está feliz, se siente cómoda y es eficazmente productiva.

—¿Es más caro construir de manera sostenible?

Depende. A veces parecen caras inversiones como paneles solares , pero la inversión se recupera en el tiempo. El problema mayor es la falta de normativas de construcción en el país porque hay que mitigar el tema de la contaminación, de las malas prácticas, de molestar al vecino... En otros países son fáciles de cumplir porque todo el mundo lo hace: que el camión tenga lona, que no dañe una acera, que no le caiga el polvo al vecino. Esas son cosas simples que deben formar parte de un plan de manejo de la construcción pero a veces son un costo adicional porque hay que tener más personal de control y supervisión, por ejemplo. Proteger a la gente y a la ciudad es uno de los retos más grandes de una construcción.

—¿Se construye “verde” en el país?

No, para ahorrar energía deberíamos construir con aislamiento interno o externo o con materiales de masa menor al hormigón que se utiliza normalmente en el país. Es más barato porque no tenemos una política ambiental que proteja los ríos y es más barato utilizar un bloque hecho de la arena de un río que en primer lugar, nunca debimos estar usando. Aunque muchos no lo creen, la madera es más sostenible que el hormigón. En el mundo hay gran cantidad de madera que crece muy rápido. La madera es renovable, la roca no.

—¿Como afecta de cara a la imagen o al público que un edificio sea “verde“?

Yo creo que a la gente le importa de verdad que el edificio sea verde porque en el mundo ya hay demasiadas falsas noticias. Nos tenemos que mantener constantemente buscando estrategias que sean sostenibles, eso ayuda a que no nos quedamos solo con la certificación y vayamos superándonos. Ágora era más prescriptivo cuando nos certificamos en 2014. Con el tiempo cambia el enfoque, ya ahora las certificaciones son de desempeño, “déjame medir un año para ver qué pasó aquí...” Y la meta es cero consumo.

¿Cuál es la temperatura ideal?

“Algo que sorprende al recién llegado es que en los países calientes... se pasa frío. Es muy difícil tener un consenso sobre la temperatura ideal porque hay una zona de confort teórica, con una humedad baja, entre 23 y 26 grados. Es la temperatura en la que la mayoría de la gente se siente bien. Aquí usamos-abusamos del frío porque estamos huyendo de la humedad y cuando el aire acondicionado funciona rápido, saca humedad muy rápido. Eso es lo que nos hace sentir bien.”

Imprescindibles

1. Ubicación. Un edificio verde siempre está ubicado en el centro de la ciudad, con buenos sistemas de transporte. No puede estar en las afueras porque entonces hay que utilizar mucha energía para llegar, mucho uso de carro.

2. Ahorro de agua. Se contemplan todos los ángulos posibles: condensación del aire acondicionado, reutilización del agua de lluvia, optimización de su uso... El concepto que debe primar tanto en el tema del agua como en el de energía es gastar menos y que la fuente de ese recurso sea renovable o reutilizada. Para las plantas hay que seleccionar las especies que se mantienen solas con poca agua y no necesitan mantenimiento en su vida adulta.

3. El tema energético es más complejo. Se comienza por que el edificio no se caliente mucho para no gastar mucha energía en enfriarlo. Se logra con dobles paredes, con colores claros, materiales adecuados. Se utilizan sensores de ocupación, como el que apaga las luces del baño cuando no hay nadie. Sensores para la calidad del aire en los parqueos, llega un momento en que el sensor avisa para que se prenda el extractor

4. Luz natural. La luz natural es más sana y agradable. Cuanta más luz natural hay en un edificio, más productiva y feliz es la gente. El ser humano está hecho para estar en contacto con la naturaleza.

En la certificación LEED se maneja incluso el tema de la calidad de las vistas. No se trata sólo de tener una ventana, sino de cuántos planos se pueden ver en esa vista.

5. Materiales de construcción. Un edificio verde se concibe desde la elección de los materiales. Se escogen componentes reciclados y se exige que en la medida de lo posible sean materiales locales. Esto para evitar el gasto de energía en el transporte y para incentivar la economía local o de cercanía.

6. La calidad del aire. Se contempla la calidad del aire, los filtros, ¿Cuánto aire fresco entra en el sistema de aire acondicionado? Cuanto más aire fresco entre de fuera, mucho mejor. Y por supuesto, que sea un espacio libre de humos, que no se fume y debe tener puntos de reciclaje.

7. La construcción. Para obtener una certificación acreditada es preciso manejar adecuadamente el proceso de construcción: no tapar imbornales, ensuciar ni dañar aceras ni la calle. Construir sin crear un caos en el proceso es un prerrequisito.


Tomado de Diario Libre 
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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