EL CONDE ES RELIQUIA HISTORICA DEL PAIS

Punto de reunión de bohemios, intelectuales, poetas y enamorados, fue durante décadas la arteria comercial más importante de la Capital

Escrito por: PILAR MORENO
(p.moreno@elnacional.com.do)



La calle El Conde, con sus edificios coloniales, tiendas clásicas y otras modernas, sus turistas, sus bohemios y mendigos, es una de las reliquias históricas más importantes del país.

El 8 de diciembre del 1990, al ser parte de la Zona Colonial fue declarada Patrimonio de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco). Siempre ha sido uno de los lugares turísticos más visitados del país.

La historia de El Conde, antigua calle Calle del Clavijo, data del 1543 y su nombre hace honor al Conde de Peñalba, figura histórica que enfrentó la invasión inglesa en 1655.

La vía, peatonal desde finales de los años 80, está situada entre los parques Colón e Independencia y es considerada la puerta de entrada a la Zona Colonial.

Es la única calle peatonal de Santo Domingo, condición que permite a sus visitantes paseos más confortables en que se puede apreciar en toda su dimensión la arquitectura de sus edificios coloniales, sus cafés y sus tiendas.

Relevantes acontecimientos históricos, presentes en la memoria de los dominicanos, tuvieron como escenario la calle El Conde.

Durante la revolución de abril de 1965 la calle El Conde fue escenario de importantes negociaciones políticas y enfrentamientos.

La atención de dominicanos y extranjeros se mantuvo en la calle El Conde, porque el edificio Copello fue sede del Gobierno Constitucionalista que presidió el comandante Francisco Alberto Caamaño.

La idea de convertir el edificio Copello, construido en 1939 por Guillemo González, en un museo de la gesta de abril del 65 constituye un esfuerzo por resaltar la importancia historia de El Conde y mantener vivo en el recuerdo de los dominicanos un hecho de tanta relevancia para la democracia dominicana.

A pesar de la importancia turística e histórica de la calle El Conde es evidente el descuido de las autoridades municipales y turísticas con el mantenimiento de esa histórica vía.

Los edificios más emblemáticos del lugar lucen sucios, destartalados y abandonados.

La proliferación de buhoneros, mendigos y transeúntes molestando a los turistas dominicanos y extranjeros se suma al abandono de las edificaciones para darles un aspecto de arrabal a la calle peatonal.

“Ha desaparecido de El Conde el esplendor de hace unas décadas”, comentan algunos de sus visitantes.

No pocos ciudadanos han resaltado la necesidad de un plan de inversiones para la restauración de los edificios coloniales de la calle El Conde, para devolver el esplendor de antaño.

Aunque la cantidad de público que escogía El Conde para el esparcimiento sano y hacer sus compras de ropa y zapatos ha disminuido, esa vía todavía es una de las más utilizadas para el paseo y su consiguiente exhibicionismo.

Abandono

La proliferación de buhoneros, mendigos y transeúntes molestando a los turistas se suman al abandono de las edificaciones para darle un aspecto de arrabal a la calle.

Los edificios más emblemáticos del lugar lucen sucios, destartalados y abandonados y quitan explendor a la vía.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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