ESPECIES EXTINGUIDAS

Una especie se extingue cuando su último ejemplar existente, muere. Por lo tanto, la extinción se convierte en una certeza cuando no hay ningún integrante capaz de reproducirse y dar lugar a una nueva generación

Escrito por: JOSE ANTONIO TORRES
(Joseatorres1960@hotmail.com)



Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que el planeta atraviesa por la mayor etapa de pérdida biológica desde la desaparición de los dinosaurios.

Desde el inicio de la vida en este planeta, aproximadamente el 99% de las especies animales terrestres que han existido se han extinguido.

Está estimado que ahora mismo existen 30 millones de especies, con lo cual tenemos que en toda la historia de la vida en la Tierra se han extinguido 2.970 millones de especies.

Resulta que cada día se extinguen en la Tierra alrededor de 10 especies de vida (animal, vegetal, hongos…). Lo que nos da 3650 especies al año, y lo grave es que la tasa de desaparición de especies va en aumento. En este trabajo vamos a incluir una pequeña recopilación de animales que se han extinguido en los últimos siglos.

Dodo

Dibujo de un Dodo que fue la única ave
que no volaba y cuyo último ejemplar fue
visto en 1680.




El Dodo o dronte (Raphus cucullatus) era una especie de ave columbiforme de la familia Raphidae. Era un ave no voladora endémica de las islas Mauricio de aproximadamente un metro de altura y 20 kilos de peso. Se vio por primera vez alrededor del año1600, y ochenta años después ya no quedaba ninguno.

Bucardo
El 5 de enero del año 2000 murió el último bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) que vivía en España. Esta subespecie de cabra montés ibérica estaba en peligro de extinción desde principios del siglo XX, debido sobre todo a la caza excesiva.

Junto con el Mueyu o cabra montés portuguesa (Capra pyrenaica lusitanica), que se extinguió en 1892, es una de las dos subespecies de cabra montés que ha sido exterminadas directamente por el hombre.

Se diferenciaba de las otras subespecies principalmente por su pelo más largo y denso en invierno y la base más gruesa de los cuernos, tanto en machos como en hembras. La cornamenta del bucardo era así mismo, la más larga de entre las cuatro subespecies de cabra montés que han habitado la Península Ibérica en tiempos históricos.

Sapo Dorado
Desde 1989 no se ha visto un sólo espécimen del Sapo Dorado. Esta especie, que fue descubierta en 1960, sólo se ha visto en una pequeña región de gran altitud del bosque nuboso en Monteverde, en un área de aproximadamente 10 km². La extinción del Sapo Dorado se cita como parte del declive en las poblaciones de anfibios, y este se ha vuelto la bandera de dicho declive. Entre las causas que se le atribuyen a su extinción se encuentra el cambio climático por calentamiento global.

Jambato Negro
Esta ranita arborícola (Hyla lindae) solamente se conoce de un bosque ya desaparecido cerca de Papallacta y de vegetación remanente cercana a Oyacachi. A esta especie también la amenaza la desaparición de su hábitat.

Tigre del Caspio
El tigre del Caspio, es una subespecie de tigre. Su área de distribución original abarcaba la península de Anatolia, el Cáucaso, el Kurdistán, norte de Irak e Irán, Afganistán y gran parte de Asia Central hasta Mongolia.

En 1970 se mató un ejemplar en Uludure. Un botánico que trabajaba en la zona llegó a fotografiar la piel del animal en 1972, al que se juzgó joven (y por tanto indicio de la presencia de otros ejemplares maduros) según la distribución de sus rayas.

Sin embargo, las distintas expediciones de científicos turcos a la zona no han conseguido dar con ningún ejemplar vivo, a pesar de que varios civiles y militares destacados en la frontera con Irak y Siria han afirmado haber visto ejemplares en la zona en alguna ocasión. Extinguido en 1980.

Rana de Australia
La rana de Australia, era el único animal conocido capaz de incubar sus huevos en su estómago, lo que asombró a los científicos al ver que las crías nacían por la boca de la hembra.

El ritmo de las desapariciones de las especies

Antes de la dispersión de los humanos a través del planeta, la extinción generalmente ocurría en continuo bajo índice, y las extinciones masivas eran eventos relativamente raros. Pero aproximadamente 100.000 años atrás, y en coincidencia con el aumento de la población y la distribución geográfica de los humanos, las extinciones se han incrementado a niveles no vistos antes desde la extinción masiva del Cretácico-Terciario

Cazadores de palomas mensajeras con
un montón de las aves muertas.




Hace 488 millones de años, murieron un monton de Trilobites y bichitos por el estilo, a nadie le importa porque no eran peluditos ni les gustaba comer miel.

Hace 444 millones de años, un período glacial (un enfriamiento global, para que nos entendamos), causó que muchas de las especies que vivían en el mar perecieran por el cambio de temperatura.

También los que vivían en las costas se vieron afectados por tremendas inundaciones al subir el nivel del mar.

Hace 360 millones de años, desaparecieron el 70% de las especies vivas, fué un cataclismo de la ostia que duró 3 millones de años. Para que se hagan una idea de lo que son 3 millones de años, el homo sapiens tiene entre 250 y 50 mil años.

En 3 millones hubiera dado tiempo de que existieran tropecientas civilizaciones como la nuestra, con sus ordenadores y bases en la luna incluidas.

Hace 251 millones de años, fué la jodida madre de todas las extinciones masivas, se la conoce como la extinción masiva del Pérmico-Triásico, la vida en la Tierra quedó reducida muy drásticamente.

Desaparecieron el 96% de las especies marinas y el 70% de las terrestres. Durante mucho tiempo solo hubo hongos sobre la faz de la Tierra y muchas ramas evolutivas quedaron cortadas de cuajo.

Hace 200 millones de años, en esta extinción masiva se destruyeron ya unos parientes de los saurios de toda la vida, los archosaurios.

Hace 65 millones de años, todos vimos Jurassic Park ¿no? En la extinción masiva del Cretácico-Terciario se destruyeron el 50% de las especies vivas.

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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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