La alta contaminación del río Ozama arrastra desechos y bacterias a la costa y hasta el río Haina
SD. Construir un sistema de saneamiento de las aguas del río Ozama y todo el litoral costero que abarca desde Santo Domingo hasta Haina, le costaría al Estado un monto similar al de "construir una línea del Metro". Sólo la Línea 1 costó unos US$700 millones.
Así lo estima la bióloga marina e investigadora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Gladys Rosado, quien señala que se necesita aumentar el servicio de recogida de basura, construir centros de acopio, plantas de tratamiento y colectores alrededor de todo el litoral, y mandar esos desechos a través de un emisario submarino. "Pero eso es una infraestructura que costaría todos los millones del mundo y por eso nadie le mete el pico", asegura la miembro del Centro de Investigación de Biología Marina (CIBIMA) de la UASD.
El aumento de las poblaciones y los desechos sin tratamiento que van a parar al litoral han incrementado hoy día el nivel de contaminación que desde hace 33 años vienen arrojando estudios desarrollados por la academia.
Actualmente, estas aguas tienen organismos patógenos como Escherichia coli totales y fecales, que pueden causar problemas intestinales y extraintestinales, como infecciones del aparato excretor, peritonitis, mastitis, cistitis, meningitis, septicemia y neumonía.
El Ministerio de Salud Pública, además, ha identificado al Ozama como uno de los 10 afluentes infectados con la bacteria del cólera.
Décadas contaminación
El Ozama, que recorre 148 kilómetros, es uno de los ríos más contaminados del país. Por lo menos 90 mil toneladas de desechos se vierten al año en su cuenca urbana. Unos 2.3 millones de personas se ubican en su recorrido que se une al río Isabela, en el que descargan unas 54 industrias. Recibe, además, lixiviados del vertedero Duquesa.
La contaminación ha aumentado con el paso de los años. En el 1978, un estudio realizado por el profesor Diego Rivas, de la UASD, encontró que el litoral de Santo Domingo es una "zona en crisis" y sugirió que se tomaran medidas para proteger a los invertebrados de ese ecosistema. Arrojó que el agua no estaba apta para bañarse ni para uso doméstico.
El proyecto titulado "Planificación y manejo ambiental del litoral de Santo Domingo", publicado en 1999, midió los parámetros de nutrientes y constató que había una serie de descargas industriales, sin tratamiento, que afectaban la calidad del agua.
Para el 2000, la UASD volvió a analizar los parámetros microbiológicos, esta vez con apoyo del buque oceanográfico Anderson Peter, de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. "Las condiciones ambientales para el 2000 eran similares o más críticas en cuestión de calidad del agua que en el año 99", señala Rosado.
En el 2002 se elaboró una tesis centrada en el impacto de los desechos sólidos desde el monumento a Fray Antón de Montesinos o la parte de la desembocadura del Ozama, hasta el río Haina.
Durante un año se pesaron desechos acumulados en la orilla y se midió el espacio donde el oleaje los almacenaba. "En la parte de Manresa llegamos a medir un total de 103,184 kilogramos de basura. En la parte del litoral desde San (Fray) Antón hasta la Cancillería, nosotros llegamos a pesar casi 200 mil kilogramos de basura en el año. Desde la playita de la Cancillería, San Gerónimo, Güibia… en síntesis pudimos medir que llegaban al litoral en ese año 691,653 kilogramos de basura, divididos entre cristales, plásticos (mayor porcentaje) y metales".
Prácticamente todos los organismos patógenos que acarreaban esos desechos que hacían contacto con la arena de la orilla resultaron ser Escherichia coli totales y estreptococos fecales.
En el 2004 se tomaron muestras en Güibia, San Soucí y Manresa y se encontró que los valores eran similares al del año 2002.
Aunque los recursos para seguir investigando se agotaron, se realizaron monitoreos puntuales del agua en el 2005 y el 2007, que arrojaron incrementos en la contaminación.
Contaminación en el año 2011
La investigadora Rosado, quien tiene casi 19 años como catedrática en la UASD, señala que hoy día es muy probable que haya aumentado la contaminación, porque a medida que sube el nivel poblacional y las actividades económicas urbanas, se incrementan los residuos sin tratamiento que van a parar a la costa.
"Todo lo que está aquí (Santo Domingo) corre para ese litoral sin tratamiento porque la cobertura sanitaria aquí es muy limitada y la mayor parte de la zona urbana no tiene acueducto y alcantarillado y aunque tenga la línea del acueducto y del alcantarillado, ese alcantarillado no pasa a una planta de tratamiento, que es lo correcto", dice.
Esos cambios necesarios en el ecosistema, a juicio de la especialista, no se han hecho por la poca inversión en servicios sanitarios y pese a todas las recomendaciones hechas por la UASD a las autoridades competentes. A su vez, muchos moradores de la margen del río no tienen conciencia de recoger sus desechos sólidos y limpiar su entorno.
De Mariela Mejía
Lilas del río Ozama alcanzan el mar por la desembocadura. |
Así lo estima la bióloga marina e investigadora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Gladys Rosado, quien señala que se necesita aumentar el servicio de recogida de basura, construir centros de acopio, plantas de tratamiento y colectores alrededor de todo el litoral, y mandar esos desechos a través de un emisario submarino. "Pero eso es una infraestructura que costaría todos los millones del mundo y por eso nadie le mete el pico", asegura la miembro del Centro de Investigación de Biología Marina (CIBIMA) de la UASD.
El aumento de las poblaciones y los desechos sin tratamiento que van a parar al litoral han incrementado hoy día el nivel de contaminación que desde hace 33 años vienen arrojando estudios desarrollados por la academia.
Actualmente, estas aguas tienen organismos patógenos como Escherichia coli totales y fecales, que pueden causar problemas intestinales y extraintestinales, como infecciones del aparato excretor, peritonitis, mastitis, cistitis, meningitis, septicemia y neumonía.
El Ministerio de Salud Pública, además, ha identificado al Ozama como uno de los 10 afluentes infectados con la bacteria del cólera.
Décadas contaminación
El Ozama, que recorre 148 kilómetros, es uno de los ríos más contaminados del país. Por lo menos 90 mil toneladas de desechos se vierten al año en su cuenca urbana. Unos 2.3 millones de personas se ubican en su recorrido que se une al río Isabela, en el que descargan unas 54 industrias. Recibe, además, lixiviados del vertedero Duquesa.
La contaminación ha aumentado con el paso de los años. En el 1978, un estudio realizado por el profesor Diego Rivas, de la UASD, encontró que el litoral de Santo Domingo es una "zona en crisis" y sugirió que se tomaran medidas para proteger a los invertebrados de ese ecosistema. Arrojó que el agua no estaba apta para bañarse ni para uso doméstico.
El proyecto titulado "Planificación y manejo ambiental del litoral de Santo Domingo", publicado en 1999, midió los parámetros de nutrientes y constató que había una serie de descargas industriales, sin tratamiento, que afectaban la calidad del agua.
Para el 2000, la UASD volvió a analizar los parámetros microbiológicos, esta vez con apoyo del buque oceanográfico Anderson Peter, de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. "Las condiciones ambientales para el 2000 eran similares o más críticas en cuestión de calidad del agua que en el año 99", señala Rosado.
En el 2002 se elaboró una tesis centrada en el impacto de los desechos sólidos desde el monumento a Fray Antón de Montesinos o la parte de la desembocadura del Ozama, hasta el río Haina.
Durante un año se pesaron desechos acumulados en la orilla y se midió el espacio donde el oleaje los almacenaba. "En la parte de Manresa llegamos a medir un total de 103,184 kilogramos de basura. En la parte del litoral desde San (Fray) Antón hasta la Cancillería, nosotros llegamos a pesar casi 200 mil kilogramos de basura en el año. Desde la playita de la Cancillería, San Gerónimo, Güibia… en síntesis pudimos medir que llegaban al litoral en ese año 691,653 kilogramos de basura, divididos entre cristales, plásticos (mayor porcentaje) y metales".
Prácticamente todos los organismos patógenos que acarreaban esos desechos que hacían contacto con la arena de la orilla resultaron ser Escherichia coli totales y estreptococos fecales.
En el 2004 se tomaron muestras en Güibia, San Soucí y Manresa y se encontró que los valores eran similares al del año 2002.
Aunque los recursos para seguir investigando se agotaron, se realizaron monitoreos puntuales del agua en el 2005 y el 2007, que arrojaron incrementos en la contaminación.
Contaminación en el año 2011
La investigadora Rosado, quien tiene casi 19 años como catedrática en la UASD, señala que hoy día es muy probable que haya aumentado la contaminación, porque a medida que sube el nivel poblacional y las actividades económicas urbanas, se incrementan los residuos sin tratamiento que van a parar a la costa.
"Todo lo que está aquí (Santo Domingo) corre para ese litoral sin tratamiento porque la cobertura sanitaria aquí es muy limitada y la mayor parte de la zona urbana no tiene acueducto y alcantarillado y aunque tenga la línea del acueducto y del alcantarillado, ese alcantarillado no pasa a una planta de tratamiento, que es lo correcto", dice.
Esos cambios necesarios en el ecosistema, a juicio de la especialista, no se han hecho por la poca inversión en servicios sanitarios y pese a todas las recomendaciones hechas por la UASD a las autoridades competentes. A su vez, muchos moradores de la margen del río no tienen conciencia de recoger sus desechos sólidos y limpiar su entorno.
De Mariela Mejía
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