Frankestein es uno de los 10 más grandes personajes de la historia de la novela de todos los tiempos, junto con Ulises, Don Quijote, Dante, Macbeth, Ivanhoe, Gulliver, Dartañan, Tom Sawyer y Madame Emma Bovary. El doctor Víctor Frankenstein es la inmortal obra de la escritora Mary Shelley, con 109 adaptaciones en el mundo del cine, 48 del cómic, 7 series de televisión y 3 de teatro. La obra se escribe en una noche tormentosa de 1816. La criatura Frankenstein no tiene nombre y la mayoría cree que el monstruo se llama se esa forma. Su estatura es de 8 pies, es decir, 2,44 metros. Cuando la criatura revive por un rayo, su poderoso aspecto hizo de él un ser inolvidable, el típico monstruo de pesadilla, el más impresionante de todos los tiempos, pero una vez que logra su objetivo científico, el doctor Frankestein abandona a su Adán a su suerte.
Mary Shelley escribe esa obra extraordinaria porque desde niña tuvo acceso a la inmensa biblioteca de Erasmus Darwin -el abuelo de Charles Darwin-, y otros tantos libros sobre electricidad de punta de ese entonces como Benjamin Frankiln, Luigi Galvani, (el Galvanómetro se dedicó a él) y Alessandro Volta, (Los voltios son en su honor).
En la mitología griega, Prometeo es el Titán (un gigante) amigo de los mortales, por robar el fuego de los dioses y darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo. Fue castigado a ser encadenado a una roca y atormentado por una serpiente. Esta historia ha inspirado a muchos autores a lo largo de la historia para referirse a la osadía de los hombres de hacer o poseer las cosas divinas.
Según la mitología griega, los 12 Titanes precedieron a los dioses olímpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titano maquia (‘Guerra de los Titanes’). La mayoría de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, la región más profunda del inframundo.
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