“A aquellos que hablaban que Soriano estaba acabado que hablen ahora. Que saquen la cara. Está quemando la liga. Hablaron y dijeron muchas cosas negativas de mi hermano Soriano y ahora todo el mundo tiene que tragarse las palabras, porque el hombre está encendío”, expresó.
Manifestó que hay jugadores que necesitan una motivación, punto que, a su juicio, le hacía falta a Soriano.
“Estamos hablando de un jugador que echó los dientes en un equipo competitivo como el de los Yankees, que luego pasó a Texas, más tarde a Washington, equipo en donde comenzó a jugar mejor, pero llegó a Chicago (Cubs), un equipo que tiene varios años sin ganar un título y es ahí donde él necesitaba una luz. Regresa a los Yankees y ya ustedes ven cómo está el bate de caliente”, sostuvo Ortiz.
Antes de llegar a los Yankees, Soriano registraba 17 jonrones, con 51 carreras remolcadas y un promedio de .254 en 93 partidos. En tanto con los Yankees tiene 13 vuelacercas, con 44 empujadas y .255 de bateo con el madero. “La llegada de Soriano a los Yankees le brindó motivación al equipo cien por ciento y se mantienen en la batalla por llegar a los playoffs”, dijo. Al igual que David, Soriano también forma parte del grupo de criollos con dos mil o más hits en su paso por las Grandes Ligas. Ortiz llegó a esa cifra en el partido 1,949 y a la edad de 37 años, nueve meses y cuatro días, mientras que Soriano lo hizo en el encuentro número 1,864 el 11 de agosto, gracias a un cuadrangular en la cuarta entrada frente a los Tigres de Detroit. El nativo de San Pedro de Macorís conectó su histórico imparable a los 37 años, siete meses y cuatro días.
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