Desempleado a los 40

Los adultos de 40 años o más forman parte de los colectivos más vulnerables y que presentan mayores dificultades para incorporarse al mundo laboral. 

Por Sarah Pimentel


La prioridad para las empresas, debe ser la necesidad
de contar con un capital humano competente e íntegro
al costo que puede asumir.

Quedarse sin empleo después de cumplir 40 años de edad, se ha convertido en una gran inquietud para la población económicamente activa que inicia la cuarta década de su vida. Abiertamente, las empresas expresan su preferencia por el talento joven, lo vemos en anuncios donde solicitan personal, puntualizando "hasta 35 años de edad", discriminando y dejando de lado talento y experiencias valiosas.

Los adultos de 40 o más, junto con jóvenes que buscan su primer empleo, personas con discapacidad, mujeres jefas de hogar y desempleados de larga duración, son parte de los colectivos más vulnerables, y que presentan mayores dificultades para incorporarse al mundo laboral.

Una persona de 40 años vive una etapa productiva, contando con fortalezas para el trabajo, con experiencia, formación y sentido de responsabilidad, además de madurez emocional para ser un buen candidato en cualquier posición, sus expectativas altas y un potencial costo mayor, son el principal obstáculo que enfrentan los empleadores para su selección.

Para no seguir siendo una estadística más de desempleo, los expertos en Recursos Humanos recomiendan lo siguiente: iniciar la búsqueda de empleo inmediatamente, estar abiertos a cambiar de sector y funciones, esto implica flexibilidad, polivalencia, movilidad geográfica, nuevos entrenamientos y competencias.

El buscador de empleo debe explotar al máximo su red de contactos personales y explorar novedosas alternativas de apoyo, como son las bolsas de empleo. Debe mantener una actitud positiva y trabajar activamente en su búsqueda con paciencia y esperanza. Es muy importante realizar nuevos cursos y actualizaciones sobre todo de nuevas tecnologías, idiomas, habilidades de comunicación y dirección o completar el siguiente grado de formación técnica o universitaria. Si no se cuenta con una formación actualizada es difícil encontrar un trabajo en la nueva economía del conocimiento.

La capacitación es fundamental para mantenerse vigente en el mercado, por lo que bien vale el esfuerzo de indagar acerca de los perfiles profesionales más demandados y si está dispuesto a un cambio más drástico, encaminar la formación hacia esas áreas.

Se debe entender que la consideración primordial de la empresa al reclutar personal, en el sector privado, es la necesidad de contar con un capital humano competente, eficiente e integro al costo que puede asumir, por lo que es importante prepararse para demostrar que cumple con esas cualidades.

Llegado el caso, estar dispuestos a aceptar un puesto de un nivel o remuneración inferior a su máxima posición lograda, que aunque no coincida exactamente con lo que se esperaba, siempre se puede seguir buscando, ya que es mucho más fácil conseguir un buen empleo desde la actividad que desde la inactividad. Y si está desempleado y tiene espíritu emprendedor, este puede ser el momento de iniciar su propio negocio y hacer lo que siempre ha soñado.

Abiertamente, las empresas expresan su preferencia por el talento joven, discriminando talento y experiencia.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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