Por J. Nicolás Almánzar
En los países donde la educación a distancia es una realidad, hay cierta tendencia en confundirla, y hasta en identificarla como educación abierta, lo que por su gran interés trato de explicar con el fin de establecer la diferencia entre estas dos importantes estrategias educativas.
Lo primero que debo afirmar es que la educación abierta puede darse en la educación a distancia, así como también en la educación presencial, tradicional o convencional. Sin embargo, la educación a distancia es un sistema propio que ha surgido como una solución a las limitaciones de la educación presencial, y en consecuencia no se encuentra inmersa en ella, salvo la combinación que puede hacerse de poder seguir una carrera por ambas estrategias: educación a distancia y educación presencial.
La educación a distancia necesariamente no tiene que ser abierta, y en muchas ocasiones resulta tan cerrada como los estudios que se siguen en las tradicionales y conocidas instituciones educativas como la escuela y la universidad.
En cambio, una institución educativa tradicional como la propia escuela y la misma universidad, pueden tener carreras, cuyos planes de estudios son completamente abiertos, lo que puede apreciarse por la sustitución de ciertas restricciones, exclusión de privilegios, acreditación de la experiencia previa del estudiante, el manejo variable del tiempo, pero muy especialmente en el cambio sustancial en las tradicionales relaciones entre alumnos y profesores. Sin embargo, la educación a distancia se concibe como la realizada a través de un conjunto de medios didácticos que permiten prescindir de la asistencia regular a las aulas y en la cual el individuo se responsabiliza de su propio aprendizaje.
El concepto de educación abierta está ampliamente popularizado a nivel superior, por la Open University (Universidad Abierta) del Reino Unido (Inglaterra) creada en 1965; y adaptada con una experiencia superior para la Universidad Abierta de la Universidad Autónoma de México en 1972, y posteriormente en Venezuela por la Universidad Nacional Abierta en 1976.
El concepto de Universidad a Distancia y Universidad Abierta fue discutido con mucha amplitud en la Conferencia sobre Educación Post-Secundaria celebrada en Caracas en 1976, a la que asistieron rectores y educadores de las principales universidades nacionales, y el autor de este artículo en representación de la Secretaría de Educación.
De todas maneras, debemos coincidir que los requisitos que se establecen para la educación abierta, son factibles de aplicación en la educación a distancia. Para apoyar lo expuesto precedentemente voy a transcribir lo que en este sentido dice el doctor Miguel A. Escotet, venezolano, y expresidente del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Científicas en Educación a Distancia (ILECED): “Una universidad que modifique los límites de edad, requisitos de entrada y permanencia o que otorgue créditos al aprendizaje y trabajo experimental, no la califica como partícipe de un sistema abierto de aprendizaje ya que son simples cambios en la política y normas de la institución. Si fuese así, todas las instituciones del mundo podrían convertirse en sistemas abiertos por el simple hecho de cambiar sus políticas”.
Y sigue diciendo Escotet: “Además, nada está más lejos de un sistema abierto de aprendizaje que las universidades Abierta de Venezuela y Abierta del Reino Unido. Ambas están cerradas al aprendizaje experimental, cerradas a la flexibilidad en el tiempo, cerradas porque sólo se da valor al conocimiento que es reconocido y certificado por alguna institución educativa “acreditada”, y cerradas a la innovación porque han sustituido el profesor por el texto, acompañado del tutor en situaciones más precarias”.
En los países donde la educación a distancia es una realidad, hay cierta tendencia en confundirla, y hasta en identificarla como educación abierta, lo que por su gran interés trato de explicar con el fin de establecer la diferencia entre estas dos importantes estrategias educativas.
Lo primero que debo afirmar es que la educación abierta puede darse en la educación a distancia, así como también en la educación presencial, tradicional o convencional. Sin embargo, la educación a distancia es un sistema propio que ha surgido como una solución a las limitaciones de la educación presencial, y en consecuencia no se encuentra inmersa en ella, salvo la combinación que puede hacerse de poder seguir una carrera por ambas estrategias: educación a distancia y educación presencial.
La educación a distancia necesariamente no tiene que ser abierta, y en muchas ocasiones resulta tan cerrada como los estudios que se siguen en las tradicionales y conocidas instituciones educativas como la escuela y la universidad.
En cambio, una institución educativa tradicional como la propia escuela y la misma universidad, pueden tener carreras, cuyos planes de estudios son completamente abiertos, lo que puede apreciarse por la sustitución de ciertas restricciones, exclusión de privilegios, acreditación de la experiencia previa del estudiante, el manejo variable del tiempo, pero muy especialmente en el cambio sustancial en las tradicionales relaciones entre alumnos y profesores. Sin embargo, la educación a distancia se concibe como la realizada a través de un conjunto de medios didácticos que permiten prescindir de la asistencia regular a las aulas y en la cual el individuo se responsabiliza de su propio aprendizaje.
El concepto de educación abierta está ampliamente popularizado a nivel superior, por la Open University (Universidad Abierta) del Reino Unido (Inglaterra) creada en 1965; y adaptada con una experiencia superior para la Universidad Abierta de la Universidad Autónoma de México en 1972, y posteriormente en Venezuela por la Universidad Nacional Abierta en 1976.
El concepto de Universidad a Distancia y Universidad Abierta fue discutido con mucha amplitud en la Conferencia sobre Educación Post-Secundaria celebrada en Caracas en 1976, a la que asistieron rectores y educadores de las principales universidades nacionales, y el autor de este artículo en representación de la Secretaría de Educación.
De todas maneras, debemos coincidir que los requisitos que se establecen para la educación abierta, son factibles de aplicación en la educación a distancia. Para apoyar lo expuesto precedentemente voy a transcribir lo que en este sentido dice el doctor Miguel A. Escotet, venezolano, y expresidente del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Científicas en Educación a Distancia (ILECED): “Una universidad que modifique los límites de edad, requisitos de entrada y permanencia o que otorgue créditos al aprendizaje y trabajo experimental, no la califica como partícipe de un sistema abierto de aprendizaje ya que son simples cambios en la política y normas de la institución. Si fuese así, todas las instituciones del mundo podrían convertirse en sistemas abiertos por el simple hecho de cambiar sus políticas”.
Y sigue diciendo Escotet: “Además, nada está más lejos de un sistema abierto de aprendizaje que las universidades Abierta de Venezuela y Abierta del Reino Unido. Ambas están cerradas al aprendizaje experimental, cerradas a la flexibilidad en el tiempo, cerradas porque sólo se da valor al conocimiento que es reconocido y certificado por alguna institución educativa “acreditada”, y cerradas a la innovación porque han sustituido el profesor por el texto, acompañado del tutor en situaciones más precarias”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.